Mi llegada a Nazareth es en el año 1987, la casa hogar contaba con un sistema educativo llamado 9,14, en el cual los jóvenes podían cursar dos años en uno; para todos los beneficiarios se tenía talleres de carpintería, herrería, electricidad, tabicón, mosaico, panadería, pirograbado, tejido, sastrería, mecánica, imprenta, serigrafía.
A lo largo de mi estancia en la casa, tuve la fortuna de recibir muchos talleres como el de cerrajería, carpintería, computación, panadería; cabe señalar que de igual forma participaba en algunos talleres que impartían algunas instituciones referentes a las humanidades, superación personal, genero, liderazgo, Salesianidad. Estoy agradecido por todo cuanto se me apoyó, ya que mi situación era de extrema pobreza y pertenecía a barrios de alta deserción escolar y dedicados al robo. La institución me instruyó a lo largo de muchos años para poder ser posteriormente un educador, siendo asistente de los más chicos, estando a cargo de su disciplina, cuidado personal, trabajo, juego, limpieza de la casa y aseo personal, oración. La Universidad Salesiana de México me brindó la oportunidad de seguir estudiando una licenciatura en Pedagogía, apoyándome con una beca.
La comunidad del Colegio Domingo Savio también me apoyó con una beca para poder concluir mi universidad y una maestría en educación.
¡La ayuda de la comunidad salesiana me ha permitido poder llegar a tener otra vida!
En la actualidad trabajo en un colegio salesiano y apoyo a niños y jóvenes del centro.
Gracia a Dios, María Auxiliadora, Don Bosco, Salesianos, Voluntarios, Donadores, Maestros mi vida es otra.